La educación, una formación central a lo largo de nuestras vidas
El aprendizaje permanente es una de las soluciones que contribuirá a resolver el desajuste entre la oferta y la demanda de competencias en los países desarrollados. Por diferentes razones, la educación será cada vez más importante y se convertirá progresivamente en un imperativo económico, no sólo debido a los cambios tecnológicos en la economía, sino también al envejecimiento de la población.
Publicado el 10 septiembre 2021
El problema del «desajuste de las competencias”
Las condiciones del mercado laboral han mejorado en los últimos años en los países desarrollados, ya que en la mayoría de las regiones el desempleo ha disminuido considerablemente. Dicho esto, no podemos obviar que persisten problemas estructurales, como el desajuste entre la oferta y la demanda de perfiles cualificados. Las compañías luchan para reclutar empleados con las habilidades que necesitan. Cuando se les pregunta sobre el problema más importante al que se enfrentan, la respuesta más frecuente de las empresas de los EE.UU. y Europa1 no es ni la falta de demanda, ni la regulación excesiva, ni los impuestos excesivos, sino la dificultad de contratar empleados con las habilidades adecuadas.
« En Estados Unidos, hay menos de 6 millones de desempleados pero más de 7 millones de puestos vacantes »
Una de las razones por las cuales el desempleo no desaparece en un contexto económico favorable es que en ocasiones los desempleados no tienen las habilidades que buscan los empleadores. Es lo que denominamos “desajuste de competencias”.
Por ello, la formación a lo largo de toda la vida es una de las soluciones para abordar este desajuste. Como explicaremos a continuación, las megatendencias acelerarán la necesidad de una formación permanente.
El aumento de la esperanza de vida incrementará la demanda del aprendizaje continuado
El aumento de la esperanza de vida podría obligar a los gobiernos de los países desarrollados a aumentar gradualmente la edad de retiro entre otras razones para la sostenibilidad del sistema de pensiones. En Japón, el Primer Ministro Shinzo Abe declaró que una de las prioridades de su gobierno para los próximos años sería permitir a las personas trabajar durante más tiempo para diferir sus pensiones más allá de los 70.
La tasa de participación (parte de la población ocupada o en búsqueda activa de empleo), entre los mayores de 65 años se incrementó en más de 5 puntos desde finales de 2010 hasta del 25% de la población. Por tanto, el envejecimiento de la población y el aumento de la esperanza de vida implicarán una vida laboral más longeva. En Estados Unidos, por ejemplo, se ha producido un aumento constante de la tasa de participación de las personas mayores de 70 años desde principios del decenio de 2000. La Organización Internacional del Trabajo proyecta que la tasa de participación de los mayores de 65 años aumentará considerablemente en los Estados Unidos, el Reino Unido o Alemania para 2030. Sobre todo, la mayor presencia en el mercado laboral implicará más transiciones durante una carrera: de un trabajo a otro en la misma empresa, de una empresa a otra, de un sector a otro2. Las reconversiones serán más frecuentes y requerirán en la mayoría de los casos la adquisición de nuevas competencias. El informe “The Future of Skills and Lifelong Learning”, publicado por la Oficina Gubernamental para la Ciencia, un órgano consultivo del gobierno británico, afirma: «La seguridad económica no vendrá de tener un trabajo para toda la vida sino de tener la capacidad de mantener y renovar las aptitudes adecuadas a través del aprendizaje permanente».
Los cambios tecnológicos precipitan la “obsolescencia de las habilidades”…
…que puede definirse como el hecho de que las habilidades se quedan progresivamente anticuadas y menos acordes con las necesidades de las compañías. En la jerga de los economistas, podríamos hablar de una «erosión del capital humano». El CEDEFOP (Centro Europeo para el Desarrollo de la Formación Profesional), organismo de la Unión Europea, explica que la «obsolescencia de las competencias» es una consecuencia de las reestructuraciones industriales y de la evolución de las necesidades de competencias en los sectores que recurren con fuerza a las nuevas tecnologías (por ejemplo, las tecnologías de la información y la comunicación, las finanzas, las actividades científicas), en los que las competencias pueden quedar rápidamente desfasadas.
« En la Unión Europea, el 46% de los adultos empleados cree que es probable o muy probable que muchas de sus aptitudes queden desfasadas en los próximos cinco años. »
De hecho, se ha comprobado que la percepción de la obsolescencia de las competencias aumenta la demanda de formación durante la carrera, lo que es especialmente cierto en los sectores que dependen en gran medida de las herramientas informáticas. En el caso de los empleados que llevan mucho tiempo trabajando, el hecho de dejar de participar en la formación aumenta la probabilidad de perder el empleo3. Además, la sustitución total o parcial de los puestos de trabajo por la automatización aumenta y/o aumentará la necesidad de formación durante la carrera profesional porque los empleados tendrán que adaptarse a nuevas funciones o incluso a nuevos sectores de actividad. La OCDE estima, por ejemplo, que el 14% de los empleos en los países de la OCDE son automatizables y otro 32% podría modificarse sustancialmente4.
Globalmente, unos trabajos desaparecerán y otros aparecerán con la automatización y la robótica. Por encima de todo, las habilidades del mañana serán diferentes a las de hoy. Algunas estimaciones sugieren que un tercio de los empleados de EE.UU. tendrán que cambiar de trabajo para el 2030 si la automatización es rápida (Mc Kinsey). Esto aumentará la necesidad de aprendizaje permanente y la reanudación de los estudios.
El aprendizaje permanente se convertirá cada vez más en un imperativo económico debido al cambio tecnológico y al envejecimiento de la población. La educación no formal se está desarrollando rápidamente en Europa. La conciencia de los gobiernos occidentales sobre la necesidad de la educación permanente y la toma de decisiones enérgicas debería fomentar un mayor crecimiento.
— Juliette Cohen & Bastien Drut, Estrategas, CPR AM
Notas —
1. Encuesta de la NFIB para los EE.UU. y encuesta de SAFE del BCE para la zona euro.
2. Ver por ejemplo el libro «The 100-year life» de Lynda Gratton y Andrew Scott.
3. Allen J. et A. De Grip, 2012, «Does skill obsolescence increase the risk of employment loss ?», Economía Aplicada.
4. «Putting faces to the jobs at risk of automation», OCDE, marzo de 2018.