MaaS: Olvidar el transporte, pensar en la movilidad​​​​​​​​​​​​​​

¿Es hora de dejar de ver los viajes como una sucesión de diferentes formas de transporte y pensar en términos de un servicio de movilidad global? Esta es la promesa de la Movilidad-como-Servicio (MaaS), un enfoque radical podría aparecer pronto en ciudades de todo el mundo. Sin embargo, como muestra el análisis, hay varios desafíos que superar.

Publicado el 19 enero 2021

Trenes, redes de metro, autobuses, tranvías, taxis, bicicletas híbridas, bicicletas de carretera y alquiler de ciclomotores, por no hablar de compartir coche y e-scooters; nunca hemos tenido para elegir, tantas formas de transporte. Y sin embargo, ¿es realmente más fácil llegar a tu destino? No necesariamente. En la práctica, cada forma de transporte requiere el uso de una app o una herramienta específica. Para utilizar sucesivamente varios modos de transporte diferentes es necesario hacer cálculos bastante inteligentes, y los resultados son a menudo decepcionantes.

Para hacer frente a esta complejidad, La Movilidad-como-Servicio (MaaS) adopta un enfoque radicalmente diferente: en lugar de hacer malabares con diferentes aplicaciones para hacer una reserva o encontrar información, el usuario solo necesita visitar una única plataforma digital que reúna a todos los proveedores de servicios pertinentes (empresas y servicios de transporte, junto con las autoridades responsables de las zonas peatonales, aparcamientos, etc.). Con una sola aplicación, la gente puede encontrar la mejor ruta y las formas más adecuadas de transporte, y luego comprar todos los billetes necesarios.

Este modelo, que está atrayendo un interés considerable en las principales áreas metropolitanas de todos los continentes, ha sido creado por MaaS Global, una start-up finlandesa que desarrolló Whim, la aplicación de referencia para este servicio. Desde diciembre de 2017, la compañía ha estado ofreciendo soluciones de movilidad inclusiva sobre una base de suscripción a los residentes de Helsinki. Una vez que las personas se han registrado, pueden organizar viajes en autobús, taxi y/ o alquiler de coches, o bicicleta compartida. Mientras que la versión básica de la aplicación ofrece un punto único para la compra y el suministro de recibos para las entradas, la oferta principal es un concepto ‘no limits’ que proporciona acceso sin restricciones a diversas formas de movilidad. Estas características hacen de Whim la solución más avanzada del mercado, ya que puede ofrecer a los usuarios diferentes paquetes de movilidad a diferentes precios, al igual que una agencia de viajes.

La facilidad de uso no es el único atractivo de MaaS. Estas soluciones se basan en un enfoque del transporte profundamente diferente: sustituir una posesión personal por el uso de un servicio que está a disposición de todos los residentes en una zona determinada. Una alternativa creíble para el uso de un coche privado está en proceso…

Tanto en las zonas urbanas como en las rurales, el desarrollo del transporte público, el uso compartido de automóviles y el uso compartido de vehículos ofrecen beneficios ambientales evidentes. Esos beneficios son aún más claros cuando se trata de la forma más avanzada de MaaS, como prevé el Boston Consulting Group¹, en la que la plataforma puede fomentar el uso de la movilidad con bajas emisiones de carbono ofreciendo precios reducidos para el transporte público durante los períodos más tranquilos, por ejemplo…

MaaS es también una respuesta parcial a uno de los grandes retos de las próximas décadas: moverse por ciudades cada vez más grandes. Ya en marcha en la mayoría de las principales áreas metropolitanas del mundo, el fenómeno de la expansión urbana conduce inevitablemente a un aumento correspondiente en el tiempo de desplazamiento hacia y desde el trabajo. Según un estudio realizado en 2017³, el traslado diario de ida y vuelta para los empleados de las principales economías es de una media de 69 minutos, una cifra que se eleva a 79 minutos para los estadounidenses y 97 minutos para los israelíes. Esta tendencia también necesita ser considerada con este dato – que para 2050, alrededor del 70% de la población mundial vivirá en ciudades u otras áreas urbanas⁴.

Si bien las posibilidades que ofrece MaaS son alentadoras, los aspectos prácticos para reunir las diferentes formas de transporte de una zona en una sola plataforma distan mucho de ser simples. Y el mayor problema no es una cuestión técnica. «Tenemos que acabar con el mismo término transporte», dice Stéphane Schultz, un consultor de innovación que se especializa en sistemas híbridos para la web y entornos urbanos. «Es una idea que implica trabajar en silos, donde una autoridad gestiona los autobuses, otra se encarga del servicio de autocares regionales, otra es responsable de aparcamientos, otra se encarga de la movilidad peatonal o de aparcamientos en el centro comercial, etc. etc.»

Entonces, ¿quién es el más indicado para llevar todos estos servicios bajo un mismo paraguas? Las opciones incluyen las start-ups a las que las autoridades locales dan permiso para hacerlo; operadores de transporte; y corporaciones gigantes que compran o se asocian con otros actores del transporte, como las empresas estadounidenses Uber y Google, y Didi o Grab en China. Los modelos de negocio potenciales, como los operadores potenciales, son numerosos. Otra opción sería utilizar las autoridades locales, dado su conocimiento de la zona y sus problemas de movilidad, junto con una imagen de neutralidad entre el público en general. Esta última parece ser el modelo preferido en Francia, donde la Loi d’Orientation des Mobilités (Ley de Orientación para la Movilidad) establece que, para marzo de 2021, Las comunidades locales en un distrito municipal deben elegir el organismo responsable de la movilidad para su área – o la responsabilidad pasará al consejo regional⁵.

Sin embargo, Anne Berner, Ministra de Transportes de Finlandia, advierte sobre el tema: «Si la plataforma de movilidad está en manos de una autoridad pública importante, pero está conectada a operadores privados, no cambiará suficientemente la mentalidad de las personas (sobre transporte). No habrá suficiente espacio para la innovación⁶.»

Cualquiera que sea el modelo, el apoyo activo del gobierno central parece ser esencial. En Finlandia, el lanzamiento de Whim fue precedido por una ley de transportes de gran alcance que obliga a los operadores públicos a abrir sus sistemas informáticos y de pago a operadores privados.

La entrega real de un sistema MaaS plantea un problema aún mayor. «Otro reto clave es promover la idea de compartir un servicio común», dice Stéphane Schultz. «Porque el uso de la tecnología digital, y las redes sociales en particular, han creado un gran enfoque en el individualismo, donde todos pueden elegir las comunidades de las que quieren ser parte.» Piensa que el uso del transporte público trata también del hecho que las personas  puedan convivir juntas. «Se necesitan ingenieros sociales y diseñadores – profesionales cuyo trabajo es desarrollar prácticas comunes.» El objetivo aquí es restaurar la disposición de un individuo a aceptar el compartir el tiempo, el espacio e incluso la acción, particularmente con el transporte compartido, por ejemplo.

Es un objetivo que tiene una repercusión particular después de un año sin precedentes como el 2020, que se caracterizó por una fuerte caída en el uso del transporte público y un aumento significativo en otras formas más activas de movilidad (bicicletas, e-scooters, etc.). Pero, sin duda, ¿no es una situación ideal para introducir una manera de hacer viajes más fluidos, virtuosos y sostenibles? La respuesta radica en la capacidad de los principales actores para aprovechar colectivamente esa oportunidad.