Desafíos ambientales

Recursos naturales: entre la creciente demanda, la descarbonización y la escasez de la oferta

La transición energética mundial se enfrenta a un desafío estratégico complejo: conciliar la descarbonización de nuestra economía con la preservación de los recursos naturales. Mientras la demanda mundial de materias primas experimenta un crecimiento exponencial, impulsado por la expansión demográfica y las necesidades climáticas, surge una paradoja: para construir un futuro más sostenible, es necesario aprovechar más recursos que, sin embargo, son limitados. Los sectores de exploración, extracción, transformación, distribución y reciclaje de los recursos naturales representan, más que nunca, un importante desafío geopolítico y ambiental.

Publicado el 13 enero 2025

Ressources naturelles

Arnaud du Plessis
Senior Portfolio Manager Global Thematic Equities - CPRAM

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Los recursos naturales -ya sean energéticos, mineros o agrícolas y forestales- constituyen la columna vertebral de nuestras economías modernas. Desde metales indispensables para la electrificación, como el cobre, el níquel o el litio, hasta los hidrocarburos, que todavía representan más del 80% de la generación mundial de energía1, estas materias primas están en el centro de las dinámicas de crecimiento y seguridad alimentaria.

Sin embargo, esta dependencia plantea importantes interrogantes en un momento en que la humanidad se enfrenta a un triple desafío:

  • Satisfacer las necesidades de una población mundial en rápido crecimiento.
  • Lograr una transición energética necesaria para combatir el cambio climático.
  • Gestionar la progresiva escasez de reservas, que por definición no son renovables.

Así, ante dos catalizadores importantes de la demanda (demografía y transición energética) y frente a una oferta de recursos naturales cada vez más limitada, los mercados de materias primas se presentan como estratégicos en las próximas décadas.

Una demanda tradicional impulsada por el crecimiento demográfico, la urbanización y el desarrollo económico

    La presión ejercida sobre los recursos naturales resulta de una combinación de factores que son el crecimiento demográfico mundial, la urbanización y la mejora global del nivel de vida. Con una población estimada de 9.7 mil millones para 20502 y un pico de 10.3 mil millones esperado para mediados de la década de 2080, según las proyecciones de las Naciones Unidas, la demanda de recursos energéticos, agrícolas y minerales se intensificará considerablemente.

    Las cifras ilustran esta tendencia: entre 1970 y 2019, la demanda de metales se cuadruplicó, mientras que la de energía y materias primas agrícolas se triplicó, según el Banco Mundial3. En términos alimentarios, se espera que la agricultura produzca casi un 50% más de alimentos en comparación con 2012 para alimentar a una población cercana a los 10 mil millones de habitantes, según la FAO4. Este aumento implicará una optimización de las técnicas agrícolas, un mayor uso de fertilizantes como el fosfato y la potasa, y ejercerá una presión inevitable sobre los ecosistemas y las tierras cultivables.

    La urbanización y la industrialización son un segundo motor de esta creciente demanda. El consumo mundial de electricidad debería aumentar un 2.8% anual, según la Administración de Información Energética (EIA)5, mientras que el desarrollo de infraestructuras urbanas, especialmente en regiones como India, África y el sudeste asiático, requerirá grandes cantidades de materiales: acero, cemento, cobre.

    El aumento del nivel de vida, especialmente en las economías emergentes, amplifica esta tendencia. En China e India, la rápida urbanización ha impulsado el consumo de hormigón, un material responsable de aproximadamente el 7% de las emisiones mundiales de CO₂ relacionadas con la producción industrial6. La demanda mundial de acero debería aumentar un 30%7 y la de aluminio un 50% para 20508.

      La descarbonización: un paradoja energética y material

        Círculo vicioso o necesidad imparable, la transición energética revela una paradoja fundamental: para descarbonizar nuestras economías, debemos movilizar recursos minerales a una escala sin precedentes. Las tecnologías "verdes", lejos de ser inmateriales, se basan en una extracción importante de materias primas, planteando desafíos geopolíticos, ambientales y éticos.

        Las necesidades de minerales para las tecnologías bajas en carbono explotarán. La fabricación de vehículos eléctricos requiere seis veces más minerales que un automóvil de combustión interna clásico, con tensiones particulares en cuatro metales estratégicos:

        • lithium: la demanda mundial para el sector automotriz se multiplicará por 42 para 20409;
        • níquel: x19;
        • cobalto: x21;
        • grafito: entre x8 y x25 según los escenarios10.

        Las infraestructuras de producción de energías renovables amplifican esta presión mineral. Un aerogenerador terrestre, cuya vida útil oscila entre 20 y 25 años, requiere una cantidad de recursos, como acero para la torre, fibra de vidrio, carbono o materiales compuestos para las palas, así como una losa de hormigón colada en el suelo para garantizar su estabilidad. Los paneles solares dependen de silicio, cobre y tierras raras.

        La descarbonización de las economías desarrolladas oculta una transferencia geográfica de impactos ambientales. Y, mientras los países occidentales establecen regulaciones cada vez más estrictas en términos de normas ESG (Medio Ambiente, Social, Gobernanza), los países emergentes se convierten en los nuevos sitios privilegiados de extracción, importando de facto las repercusiones ecológicas. La extracción intensiva de recursos se concentra ahora en regiones menos reguladas de África y América del Sur. El "Triángulo del Litio" compartido entre Argentina, Chile y Bolivia ilustra estas tensiones. La extracción de litio en la región del Salar de Atacama ha provocado una disminución en el nivel del agua subterránea, una perturbación de los ecosistemas y la biodiversidad local.

        El informe del IPCC de 2022 destaca la necesidad de repensar nuestro enfoque11. La sustitución tecnológica por sí sola no será suficiente. Es necesario desarrollar la economía circular, invertir masivamente en el reciclaje de metales y diseñar tecnologías menos intensivas en recursos.

          Una oferta bajo tensión: escasez y desafíos geopolíticos

            Las reservas mundiales de recursos naturales están lejos de ser infinitas. Se enfrentan a realidades físicas, geológicas, pero también políticas, económicas y ambientales. Las existencias de combustibles fósiles como el carbón, presentes principalmente en Estados Unidos, pero también en Rusia, Australia, China e India12, se estiman en 133 años al ritmo actual de consumo. Para el petróleo y el gas natural, las perspectivas son más tensas, con reservas estimadas en 47 y 52 años respectivamente13. Sin embargo, según la EIA, en 2050, los combustibles fósiles podrían seguir representando el 69% del consumo mundial de energía primaria, manteniendo así un lugar central en la combinación energética.

            Esta escasez se acompaña de una importante recomposición geopolítica. La cartografía de los recursos se ha convertido en un desafío de poder tan estratégico como lo fue el control del petróleo en el siglo XX. China es el ejemplo más destacado, controlando ahora entre el 80% y el 95% del refinado de tierras raras, en comparación con menos del 10% hace dos décadas. Este monopolio permite a Pekín ejercer una considerable influencia geo-económica, especialmente en los sectores de las energías renovables, la electrónica y las nuevas tecnologías, cuyos recientes avances en inteligencia artificial han aumentado las necesidades.

            Los países occidentales se encuentran en una situación de dependencia crítica. Estados Unidos y Europa importan la mayor parte de sus metales estratégicos. Esta vulnerabilidad expone sus economías a altos riesgos geopolíticos. Las recientes tensiones en torno a las cadenas de suministro mundiales, exacerbadas por la pandemia y los conflictos geopolíticos, han revelado bruscamente esta fragilidad. Los Estados miembros de la Unión Europea, y especialmente Alemania, han aprendido a su costa el riesgo que supone una fuerte dependencia energética de Rusia. Antes de la guerra en Ucrania, más de la mitad del suministro de gas natural y carbón de Alemania provenía del socio ruso que desde entonces se ha convertido en beligerante.

            Algunos países con recursos significativos prohíben finalmente su explotación por razones ecológicas. Francia y sus potenciales yacimientos de gas de esquisto, especialmente en la cuenca de París, son un ejemplo de ello. Sin embargo, estas barreras reglamentarias y ambientales podrían ceder bajo la presión de crecientes necesidades económicas y reconfiguraciones políticas.

              El reciclaje: una palanca estratégica en la intersección de los desafíos económicos y tecnológicos

                El reciclaje se presenta a menudo como una solución inevitable frente a la escasez de recursos naturales, pero está ampliamente condicionado por imperativos económicos y tecnológicos. El oro ilustra de manera ejemplar las posibilidades del reciclaje. Desde la Antigüedad, cerca del 95% del oro extraído sigue circulando, demostrando una capacidad de reutilización casi infinita. El alto valor de este metal precioso hace rentable la recuperación, incluso de cantidades mínimas presentes en componentes electrónicos o joyas.

                Para muchos otros metales, la ecuación es mucho más compleja. El reciclaje solo se vuelve económicamente viable cuando el costo de recuperación es inferior al valor de mercado del material. El cobre, por ejemplo, ve su reciclaje fluctuar según los precios mundiales, creando una dinámica de oportunidad en lugar de una estrategia sistémica. Algunos recursos, como el gas natural o el petróleo, son irreversiblemente no reciclables una vez quemados. Sin embargo, la innovación abre nuevas perspectivas, especialmente en el campo de los plásticos, donde los procesos emergentes permiten convertir estos desechos en combustibles15.

                La escasez gradual de los recursos naturales actúa como un poderoso acelerador económico. A medida que los precios aumentan, las inversiones en tecnologías de recuperación se vuelven mecánicamente más atractivas. Este mecanismo crea un círculo virtuoso donde la escasez estimula la innovación, contribuyendo a regular los mercados de materias primas. Los países y empresas más avanzados ahora entienden el reciclaje no como una restricción ambiental, sino como una palanca estratégica de soberanía económica y tecnológica. El desafío va más allá de la simple gestión de residuos: se trata de repensar completamente nuestros modelos de producción y consumo. Aunque prometedoras, estas soluciones siguen siendo, por ahora, insuficientes frente a la magnitud del desafío.

                La gestión de los recursos naturales se encuentra hoy en un punto de inflexión histórico y nuestro modelo económico se ve obligado a reinventarse. La transición que se avecina no será ni lineal ni sencilla. Requerirá una combinación inédita de innovaciones tecnológicas, inversiones masivas, estrategias de austeridad y cooperación internacional.

                  1 - https://www.statista.com/statistics/1302762/fossil-fuel-share-in-energy-consumption-worldwide/ 
                  2 - https://www.ined.fr/en/everything_about_population/demographic-facts-sheets/focus-on/2024-les-nations-unies-publient-de-nouvelles-projections-de-population-mondiale/ 
                  3 - https://thedocs.worldbank.org/en/doc/b4ff84b2d5dc4d0963
                  ​​​​​​​a5074102460cc1-0350012022/related/Commodity-Markets-Chapter-2.pdf 
                  4 - https://theothereconomy.com/fr/fiches/comment-nourrir-10-milliards-de-personnes-en-2050/ 
                  5 - https://www.connaissancedesenergies.org/les-previsions-de-leia-americaine-dici-2050-en-infographies-241104 
                  6 - https://gccassociation.org/news/global-cement-and-concrete-industry-announces-roadmap-to-achieve-groundbreaking-net-zero-co2-emissions-by-2050/ 
                  7 - https://www.iea.org/reports/iron-and-steel-technology-roadmap 
                  8 - https://european-aluminium.eu/blog/vision2050/ 
                  9 - https://www.lesechos.fr/industrie-services/industrie-lourde/lithium-nickel-cobalt-la-grande-peur-dune-penurie-de-metaux-1851474 
                  10 - https://www.ifri.org/sites/default/files/migrated_files/documents/
                  atoms/files/ifri_danino_perraud_graphite_juin_2024.pdf 
                  11 - https://www.ipcc.ch/report/ar6/wg2/ 
                  12 - https://fr.statista.com/statistiques/559807/charbon-reserves-averees-des-10-principaux-pays-dans-le-monde/#:~:text=En%202020%2C%20les%20r%C3%A9serves%20de,%2D
                  bitumineux%2C%20et%20le%20lignite. 
                  13 - https://www.worldometers.info/energy/ 
                  14 - https://www.ifri.org/fr/notes/la-chine-et-les-terres-rares-son-role-critique-dans-la-nouvelle-economie 
                  15 - https://www.techniques-ingenieur.fr/actualite/articles/un-nouveau-procede-de-production-de-carburants-a-partir-de-dechets-plastiques-92522/

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